2.2. Libros digitales
2.2.4. PDF
El formato PDF (portable document format) no es un formato para libros digitales. Y, a pesar de que desde el 2008 es un estándar abierto, no es eficiente técnicamente para cumplir los requisitos de cualquier libro digital: el diseño adaptable, la personalización por parte del usuario, etc. Sin embargo, es uno de los formatos más usados para compartir documentos en la Red, y encontraremos todavía muchas publicaciones, sobre todo provenientes de digitalizaciones de una obra en papel, en este formato.
PDF es un formato muy extendido para publicar documentos digitales breves (artículos, gráficos, catálogos, presentaciones, etc.), pero no es apto para crear libros digitales ni tampoco como formato exclusivo para las revistas electrónicas.
Este formato fue creado por Adobe para distribuir digitalmente documentos imprimidos, y plantea la digitalización del contenido teniendo en cuenta las características de los documentos en papel (márgenes fijos, proporciones predeterminadas, sin reflow, elementos posicionados de manera absoluta, etc.), cosa que encaja muy poco con las características de los documentos digitales actuales.
The PDF isn’t truly an ebook because it retains its format no matter the size of the screen that displays it. It will always be an accurate representation of the paper document that it represents —on a 27″ monitor, on a 13″ laptop display, on an 9.7″ iPad screen, or a 4.8 Galaxy s3 phone […] Anyone who’s tried to read a PDF on a small screen knows what I mean.
Sin embargo, la gran penetración de PDF como formato para distribuir las primeras versiones de libros digitales ha provocado que una gran parte de los libros digitales que todavía corren por la red estén editados en este formato. Pese al gran esfuerzo de algunas iniciativas para transformarlos en formatos más accesibles y adaptables a los dispositivos actuales, todavía queda mucho trabajo por hacer para tener todo el corpus de libros digitales en formatos modernos y más adaptados al entorno actual.
Hoy día no tiene ningún sentido usar como formato exclusivo uno que técnicamente no se adapta a las necesidades de cualquier producto editorial digital –máxima penetración de mercado, llegada a todos los usuarios, adaptación a los dispositivos, incorporación de nuevas funcionalidades, etc.– y, sobre todo, que tiene una alta incapacidad para convivir con los sistemas estándar de gestión de metadatos que, como veremos posteriormente, son el futuro de las publicaciones digitales.
Otra cosa es que, para seguir los criterios de compatibilidad máxima, decidamos exportar una versión del contenido en formato PDF para llegar a entornos de lectura en los que este formato todavía es protagonista.
Publicaciones fijas (fixed layout)
El único caso en el que todavía puede tener sentido utilizar el formato PDF como principal es cuando el documento resultante tiene que mantener unas proporciones fijas, sin ninguna alteración. Hay casos concretos en los que mantener la relación entre la imagen y el texto, por ejemplo, como hemos comentado anteriormente, es indispensable para mantener la transmisión del lenguaje.
Es cierto que cada vez resulta más habitual que cualquier documento digital se plantee ya desde la óptica del diseño adaptable, pero todavía hay casos en los que, ya sea porque tenemos una versión alternativa en papel, o porque es más sencillo plantear una maquetación fija, se continúa usando el formato PDF para distribuir algunos documentos que podríamos considerar editoriales. Siempre son documentos en los que prevalece el diseño y el posicionamiento absoluto de los contenidos por delante de la adaptabilidad a los diferentes dispositivos de lectura.
Poco a poco, sin embargo, con la masificación de la interconectividad entre objetos y dispositivos digitales, este tipo de propuestas irán dejando espacio a iniciativas adaptables, basadas en los principios de accesibilidad y universalización de la web.
El cambio, sin embargo, se tiene que dar en origen, en la fase de planteamiento previo de un proyecto editorial que hemos ido definiendo en esta sección, un planteamiento que ha de tener en cuenta, a priori, el entorno y el ecosistema en el que se tiene que publicar el contenido, para crearlo y editarlo ya teniendo en cuenta la capacidad de adaptación que debe poseer.
Hay pocos casos en los que la relación entre los diferentes elementos que forman una publicación sea necesaria en cuanto a la transmisión del mensaje; normalmente, este hecho responde a una decisión creativa revisable. Casos como la poesía visual y el cómico son ejemplos de propuestas editoriales que chocan de frente con los principios del diseño adaptable, porque exigen esta posición fija de los elementos respecto de las imágenes. Sin embargo, para estos documentos también tenemos alternativas libres y mucho más accesibles y adaptables, como la versión Fixed Layout de EPUB3.