Después del TFG, tal vez lleguéis a escuchar una voz repentina en vuestra cabeza que os susurra «¿y ahora qué?». A veces, después de mucho esfuerzo y nervios ante un gran desafío, puede instalarse en nosotros una sensación desconcertante de «vacío interior» al finalizar una etapa de estas características, puesto que estaréis unas semanas en tensión con bastante carga de trabajo. Con frecuencia, al relajarnos, nos invaden sensaciones nuevas. Es primordial no hacer caso a esta vocecilla o, al revés, se hace necesario escucharla desde el punto de vista más constructivo: el TFG no solo es un requisito para obtener vuestro título, sino que se trata de una labor de la que estar muy orgullosos y orgullosas, y que además puede ser el inicio de algo grande. Es una idea vuestra, íntegra y exclusivamente, y os animamos a aprovechar que seguramente en el momento de su culminación tendréis el motor de la perseverancia y la tenacidad muy bien engrasado para poder seguir moviéndola por la industria o continuar explorando e investigando y expandiéndola.
Crowdfunding
Para aquellos que no estén familiarizados con el término, el crowdfunding, o financiación colectiva, es un mecanismo colaborativo de financiación de proyectos. No usa la tradicional intermediación financiera; consiste en poner en contacto a promotores de proyectos que demandan fondos mediante la emisión de valores y participaciones sociales, o mediante la solicitud de préstamos, con inversores u ofertantes de fondos que buscan en la inversión un rendimiento. En dicha actividad sobresalen dos características: la unión masiva de inversores que financian con cantidades reducidas pequeños proyectos de alto potencial y el carácter arriesgado de dicha inversión.
Suele hacerse para muchos propósitos, desde artistas que buscan apoyo de sus seguidores, campañas políticas, financiación de deudas, vivienda, escuelas, dispensarios y hasta el nacimiento de compañías o pequeños negocios.
Si estáis motivados con los resultados de vuestro proyecto TFG, podríais explotar estas posibilidades. Existen muchas plataformas de crowdfunding y os sorprendería la cantidad de proyectos que han tenido éxito y se han implementado como un producto serio a raíz del micromecenazgo. Kickstarter, Goteo, Indiegogo… son algunas de estas plataformas que promueven el crowdfunding. Los pequeños inversores suelen llevarse una copia digital del proyecto o un obsequio simbólico por haber formado parte de él.
Los proyectos en la vida de un profesional digital
Un aspecto positivo de vuestro TFG es que no dista mucho de cómo se encaran los proyectos en la vida profesional; a veces hay que enfrentarse a retos, desafíos y encargos digitales en los que se aterriza en modo página en blanco y se espera de nosotros que estemos presentes en todas las etapas, ya sea en la coordinación o en la supervisión. Por tanto, implica tener un enfoque transversal como en vuestro TFG. Por ejemplo, los project managers u otros roles vinculados a la ideación serían ejemplos de perfiles que deben estar ocupándose de los proyectos desde un prisma horizontal. Depende del carácter de cada persona, pero la visión etapa por etapa de un proyecto, que, desde su germen, luego florece gracias a nuestras aportaciones, suele ser muy enriquecedora y motivante. Es más, la digitalización de la sociedad, la economía y la rapidez con que los nuevos productos deben ver la luz y promocionarse están impregnados de un carácter de ubicuidad que necesitan cada vez más personas trescientos sesenta grados, que no tengan miedo a nada, que actúen y que tomen la iniciativa para crear esos productos y/o darles seguimiento de principio a fin.