2. Diseño de marcas
2.3. Parámetros de calidad de las marcas
2.3.3. Corrección estilística
Toda empresa, institución o producto se suele inscribir en un sector determinado. Hay sectores que son estilísticamente más abiertos y otros más cerrados, es decir, se rigen por unos códigos muy concretos que todos los productos comparten en mayor o menor medida. Para interpretar los signos, el usuario recurre de forma más o menos inconsciente a una serie de categorías que le proporcionan información muy significativa, de forma rápida. Por ejemplo, antes de enterarnos del contenido de un cartel, ya sabemos por su estilo qué tipo de producto están anunciando: una película, un coche, etc. Aquí, por supuesto, entra en juego el bagaje cultural del diseñador y del usuario. Es, por tanto, fundamental averiguar en qué sector se inscribe nuestro encargo y analizar sus características más predominantes. En este sentido, resultará clave decidir si nuestro cliente necesita integrarse en ese estilo o transgredirlo.
Si hacemos el ejercicio de invertir las imágenes correspondientes a los esquemas de varios periódicos, podemos fácilmente identificar los estilos de publicación por la disposición del texto y las imágenes, los tamaños de la tipografía y los colores utilizados.